miércoles, 3 de agosto de 2011

Le Café Noir

El asunto del Madrid-Nantes-Madrid de Iberia tiene grandes ventajas y un inconveniente serio. De lo primero, diremos que te deja a un tiro de piedra de cualquier destino bretón que busques, que el avión es muy apañao, pequeñito, de esos que te llevan también a Asturias o a Villaviciosa de Odón, que los asientos son muy cómodos y que las azafatas hablan un correctísimo español.
Escena en el avión, salida de emergencia:
Azafata a pasajeros: ¿Les han dado el briefing sobre la salida de emergencia?
Pasajeros: (...) [A la vista estaba que no hablaban ni papa de español]
Azafata a pasajeros: ¿Hablan inglés?
Pasajeros: (con contenida emoción) Yes, yes
Azafata a pasajeros: Bueno, ¿y les han dado ya el briefing sobre la salida de emergencia?, porque-tienen-que-saber-que-cuando-el-avión-entra-en-despresurización (la mujer se acelera),-pues-tienen-que-estar-preparados-por-si-tienen-que-abrir-la-puerta-de-emergencia-y... (un minuto más de charla técnica en un correctísimo español)
A los pasajeros, la contenida emición se les torna en cara de pánfilos, se miran sorprendidos y piensan que seguramente no sabían tanto inglés como creían.
Ah, lo malo del Madrid-Nantes-Madrid. El problema es que los horarios son al revés, se vuela de ida por la noche y se regresa de madrugá, lo cual supone logística y noches añadidas al viaje.
Y me voy al diario de viaje:
Llegada a Nantes, tras agradable vuelo patrocinado por Albacete (hay que flipar con las estupideces en las que se dejan el dinero ciertas administraciones...). Traslado a Rennes en un flamante-pequeño Citröen C3 con el techo panorámico (él no lo sabía, pero le íbamos a hacer más de 2.300 kilómetros en los próximos días). [Nota práctica para posibles viajeros: el coche fue alquilado con ealquilerdecoches, aunque bien podría haberlo sido con autoeurope porque ambos ofrecían precios muy similares. Pero la amabilidad y practicidad del operario telefónico nos hizo inclinarnos por la primera. 475 euros, con seguro a todo riesgo por 11 días de alquiler (good deal).]
Hotel correcto por los 45€ que cuesta [esta fue la anotación inicial. Tras la estancia en Bretaña, diré que hotel absolutamente extraordinario en relación situación/calidad/precio. Hotel Kyriad Centro, en la plaza de la estación, reservado con Booking].
Noche muy agradable que no presagia el diluvio universal.
Los hados se conjuran para ofrecernos la visión que necesitábamos. A la vuelta de la esquina, como una aparición, surge el Café Noir,

un estupendo local, con unos deliciosos mejillones, que abre hasta las 2 de la mañana (eran las 11,30)... ¡en el que estaban dando un España-Ecuador del mundial sub-20! y con una extasiante Affligem [cerveza belga] de barril.

[Los lectores ya se habrán dado cuenta de que el viaje tenía por objeto satisfacer placeres más amplios que el puramente turístico, que los viajeros son amantes del sillonbol y apasionados de la rica bebida fermentada]
La Goja [así lo pronunció el locutor y así quedó para todo el viaje como payasada de recurso fácil] gana 2-0 y, quizá por eso, los hados se enfadan. Aunque todavía no lo sabíamos.

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